La «perra gorda» y la «perra chica»

Hablando de cosas de antes, citamos ahora la perra gorda y la chica. Equivalía la primera a diez céntimos de peseta y la segunda a cinco céntimos.

En nuestra época (años sesenta y setenta del siglo pasado) eran monedas de bastante uso, aunque ya más bien como moneda fraccionaria, porque poco se podían comprar con ellas; pero sí que servían para el cambio: artículos que costaban 1,20 pesetas (por ejemplo, un vaso de vino «especial». Véase el comentario que hace F.Navas en la entrada de Vocabulario «cuarterón) o precios similares, necesitaban de esta clase de moneda.

Añadiré la expresión «no tener ni una chica» que se complementa con la ya publicada «estar sin una gorda»

Esta entrada fue publicada en La "perra gorda" y la "perra chica". Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario